Sí, lo sé: llevo unas cuantas semanas sin publicar (que no sin escribir) y pido disculpas por ello a mis abandonados lectores. Prometo regresar. De momento, baste esta nota para asegurar que no me olvido de vosotros.
En mi descargo debo decir que el comienzo de año ha sido verdaderamente frenético. Además de mi trabajo habitual como consultor en Assentire, he comenzado dos asignaturas nuevas: una de ellas de máster, tan intensa que ya casi ha terminado; la otra, tan exigente que reclama cantidad de tiempo de preparación. Tras tener noticia por primera vez de qué es y el para qué de Mindfulness gracias a la lectura de Busca en tu interior y, posteriormente, de Con rumbo propio, he tenido la gran oportunidad de realizar un curso intensivo nada menos que con el autor de éste último: Andrés Martín Asuero. Después, toca practicar ¡a diario! Además, me han encargado perpetrar un par de conferencias; una de ellas la podéis sufrir aquí. Otra actividad que me ha reclamado mucha atención es un proyecto en el que llevo trabajando varios meses: Systematic Innovation by Design y del que pronto os hablaré, pues me parece la bomba porque trata de concretar en forma de metodología buena parte de mis ideas sobre cómo debe conducirse hoy la innovación empresarial. Por ahora, sólo puedo dejaros el logo que apareció en el patrocinio de un TEDx, en el que también participé.
Por último -y sin duda no lo menos importante-, estoy tan entusiasmado con la metodología de Dragon Dreaming (como ya habéis podido comprobar en las entradas previas) que me he liado la manta a la cabeza y me he puesto a organizar un taller en Pamplona: empieza el próximo viernes 13 y abarca todo el fin de semana. Si podéis, apuntaos: vale la pena.
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